Democracia socialista y dictadura del proletariado

Material para Conferencia[1]

Miguel Ángel Lara Sánchez

Presentación

En uno de los esfuerzos de unificación de diversas corrientes del pensamiento crítico en México a principios de este siglo, que dio origen a la Alianza Socialista, se crearon espacios para debatir acerca de los problemas fundamentales, tanto de la coyuntura nacional y mundial como los de naturaleza sistémica. Uno de ellos fue justamente el referido en este material, pieza fundamental del debate sobre el nuevo carácter de la sociedad socialista y de las condiciones que imperan en China, Vietnam y Cuba. Teniendo presentes las limitaciones que produce la distancia y las dificultades en la obtención de información más allá de la disponible en los medios electrónicos, es que se hizo esta primera aproximación sobre estos temas tan importantes en la actualidad.

Abril de 2013

Introduction

In one of the unification efforts of various Mexican critical thinking currents earlier this century, which led to the Socialist Alliance, spaces were created to discuss the fundamental pro-blems of both the national and global situation as systemic in nature. One was just the mentioned in this material, a key part of the debate on the new nature of socialist society and the prevailing conditions in China, Vietnam and Cuba. Bearing in mind the limitations that produces distance and the difficulties in obtaining information beyond that available in the electronic media, is that this first approach was made on these important issues today.

April 2013

I Rasgos esenciales de la dictadura del proletariado.

En la ya clásica y esencial carta que Marx escribiera a Joseph Weydemeyer a propósito de la comprensión de las clases en la sociedad moderna, podemos ver resumida su apreciación sobre la evolución de las mismas:

… no me cabe el mérito de haber descubierto la existencia de las clases en la sociedad moderna, ni la lucha entre ellas. Mucho antes que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses la anatomía de éstas. Lo que yo he aportado de nuevo ha sido demostrar: 1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción; 2) que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado; 3) que esta misma dictadura no es por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases…[2]

Así resumida la visión que Marx mismo tiene sobre la evolución histórica de la humanidad, habrá que descubrir entre sus elaboraciones anteriores y posteriores a esta carta, el significado que le da a la categoría dictadura del proletariado, antes de cualquier intento de descalificación.

Arrancando de su concepción sobre la Historia plasmada en el Manifiesto del Partido Comunista, Marx y Engels plantean que el “primer paso de la revolución obrera es la elevación del proletariado a clase dominante, la conquista de la democracia”.[3] Incluso, al establecer el nuevo tipo de Estado tras derrocar a la burguesía, lo define como “el proletariado organizado como clase dominante…” Este primer y fundamental rasgo de lo que denominan la primera fase del comunismo estará presente en todas sus apreciaciones sobre la dictadura del proletariado, sobre los contenidos de las nuevas formas políticas de ejercicio del poder en manos de las clases trabajadoras.

Recogiendo correctamente las apreciaciones de Marx y Engels, Lenin la define como sigue: “La dominación política del proletariado, su dictadura:”[4] Pero, ¿cuáles son sus tareas principales?

1. Arrancar gradualmente a la burguesía todo el capital.

2. Centralizar todos los instrumentos de producción en manos del Estado.

3. Aumentar con la mayor rapidez posible la suma de las fuerzas productivas.

La forma inmediata de hacer realidad estas tareas no tiene otro camino que a través de una “violación despótica del derecho de propiedad y de las relaciones burguesas de producción”, que ocurre inmediatamente después de haber destruido la máquina estatal de la burguesía. Otras tareas son plasmadas en forma muy clara por Lenin:

4. Sofocar la resistencia inevitable y desesperada de la burguesía

5. Organizar para el nuevo régimen económico a todas las masas trabajadoras y explotadas

6. Ordenar su propia vida social sin la burguesía y contra la burguesía.

7. La transformación de la propiedad privada capitalista de los medios de producción en propiedad social o, como lo puntualiza Engels, la conversión de los medios de producción en propiedad del Estado (es decir, el proletariado organizado como clase dominante).

De forma genérica, se establece que el Estado es una organización especial de la fuerza, una organización de la violencia para reprimir a otra clase, en este caso, a la burguesía. Pero esta afirmación ya nos lleva a un plano en el que el ejercicio de la fuerza tiene que caracterizarse de manera diferente a como había sido empleado por las clases minoritariamente explotadoras y parásitas que hasta este momento han existido en la historia.

Es “la represión de los opresores por la fuerza conjunta de la mayoría del pueblo, de los obreros y campesinos.” Es, en otras palabras, el uso de la fuerza de la gran mayoría de la población sobre la minoría capitalista en sus intentonas de restaurar el viejo régimen; justamente la negación de la explotación del hombre por el hombre como centro motor de las fuerzas productivas, la inversión cualitativa del ejercicio del poder. Aquí es donde el uso de la fuerza se convierte en la conquista de la democracia.

Democracia es el Estado que reconoce el principio de la subordinación de la minoría a la mayoría. Pero no es el principio en sí, sino una forma de Estado lo que nos está puntualizando Lenin. Bajo el capitalismo, es democracia para una minoría insignificante, pero en el socialismo es la democracia para los pobres, para el pueblo, y no es democracia para los ricos. “El Estado de este período (del socialismo) debe ser inevitablemente un Estado democrático de manera nueva (para los proletarios y los desposeídos en general) y dictatorial de manera nueva (contra la burguesía).”

La primera afirmación, un Estado democrático de manera nueva en el socialismo, encuentra su explicación en que es por vez primera la democracia para la gran mayoría de la población. ¿Bajo qué características? Eso lo veremos más adelante. Pero la nueva manera en que se ejerce la dictadura contra la burguesía (es decir, la fuerza del proletariado y los desposeídos en general organizados como clase dominante), Lenin la define como “una serie de restricciones impuestas a la libertad de los opresores, de los explotadores, de los capitalistas”, vencer su resistencia por la fuerza, someter a sus adversarios, como planteara Engels. Es la negación de la libertad y la democracia a la burguesía en sus intentos por revitalizar la esclavitud asalariada. Quien abogue, en aras de estar en desacuerdo con el concepto de dictadura del proletariado, por darle a la burguesía estos derechos estará, pues, trabajando a favor de la esclavitud asalariada misma.

Porque la dictadura del proletariado no es la vulgar apreciación de su asociación como régimen militar opresivo contra la población, sino una forma de Estado democrático de manera nueva. Así como las distintas formas de Estado que ha construido la burguesía, incluyendo las más democráticas, son en última instancia, necesariamente, una dictadura de la burguesía, de la misma manera, a más de 130 años de la Comuna de París, las diversas formas de Estado que han aparecido bajo el socialismo tienen como esencia, necesariamente, una: la dictadura del proletariado y de los desposeídos en general contra la burguesía.

2. La nueva manera del Estado democrático en el socialismo

La expropiación de los medios de producción de manos de la burguesía para convertirse en propiedad social a cargo del Estado es la primera característica fundamental de la democracia socialista porque la eliminación de los mismos como propiedad privada comienza a romper las bases de la esclavitud asalariada.

La segunda característica dimana de la organización del proletariado y los desposeídos como clase dominante. Decir esto significa que son ellos los que tienen que encargarse del ejercicio del poder político y militar, y cuanto más intervengan en la ejecución de las funciones propias del poder del Estado, tanto más democrático será el carácter de dicho Estado.

Pero llevar la gestión y la determinación de todos los asuntos de la sociedad a manos de la gran mayoría de la población implica una nueva fisonomía del Estado bajo el socialismo. Ante todo, la supresión de todos los gastos de representación (salario de un obrero) y de todos los privilegios de los funcionarios, como resumiera Marx en La Guerra Civil en Francia. Además, llevar el control, la inspección y la contabilidad de las funciones de gobierno a los niveles mayores de simplificación.

Tercero: la transformación del parlamentarismo en una corporación de trabajo, ejecutiva y legislativa al mismo tiempo.

Cuarto, la representatividad de todos los órganos del Estado y de conducción de la sociedad, aunados al derecho del pueblo a remover a sus integrantes en cualquier momento.

Quinta. La defensa del socialismo con el proletariado y los desposeídos armados

3. Principios rectores en el socialismo

Estos cinco aspectos que tipifican la democracia de nuevo tipo bajo el socialismo son a su vez los principios elementales bajo los cuales se debe regir cualquier forma de Estado en este período. Pero no son los únicos. Habrá que agregar aquellos que tienen que ver con la manera como se genera y distribuye la riqueza. En este sentido, los fundadores del socialismo científico establecen que el Estado debe velar por la igualdad del trabajo y por la igualdad en la distribución de los productos. Debe a su vez concentrar bajo un solo mando los órganos rectores del funcionamiento económico, como el banco central, la planificación, etc.

Pero además, debe jugar un papel determinante en la administración del excedente generado, estableciendo un fondo social para: a) reserva, b) el incremento de la producción y la reproducción, c) artículos de consumo, d) gastos de administración y los servicios públicos (escuelas, hospitales, asilos, etc.)[5]

Estas son, por consiguiente, las características fundamentales de la democracia socialista y de lo que se entiende por dictadura del proletariado. El debate en torno a este último aspecto no debiera ser en torno al concepto, sino sobre su contenido, pues sería más saludable y estamos seguros que así encontraríamos mayores coincidencias.

Por otra parte, la síntesis arriba expuesta sobre la democracia socialista y la dictadura del proletariado constituye un esfuerzo por rescatar las ideas esenciales de los fundadores del comunismo científico pero también cubre el objetivo de ser una guía para la acción, por lo que el análisis de toda forma de socialismo deberá partir de estos elementos fundamentales.

4. El socialismo actual

a) Vietnam

Tras aplastar la invasión norteamericana y proclamar la unificación de su territorio bajo la República Socialista de Vietnam en 1976, el país quedó devastado. Atravesó diez años de estancamiento y fuertes dificultades: flujo masivo de refugiados, guerra contra el régimen genocida de Pol Pot, la disputa en la frontera norte, el aislamiento y el embargo impuesto por los EUA y los países imperialistas europeos, además de los desastres naturales y los errores cometidos en la conducción de la economía y la sociedad por parte del Partido Comunista. A partir de 1986 el Partido cambia de orientación con lo que denomina la política Doi Moi (proceso de renovación), consistente en su inserción gradual a la globalización y la regionalización. De una economía centralmente planificada fuertemente basada en las importaciones pasó a la construcción gradual de una economía de mercado, la exportación de mercancías, el acceso de inversión extranjera directa, la transformación del sistema político de centralizado a regionalizado, todo esto bajo la conducción del Partido Comunista y el Estado. Hacia 1996 ya había desarrollado la diversificación y multilateralización de sus relaciones económicas hasta alcanzar relaciones con 164 países, relaciones comerciales con 100 de ellos y atrayendo inversión externa con más de 50 países y territorios, dando por resultado un mejoramiento sustancial de los niveles de vida de la población y un proceso gradual de transformación de su economía hacia la industrialización y modernización a ser completado en el año 2020, en medio de altas tasas de crecimiento (en promedio el 8%) alcanzadas hasta el momento.

Cuadro 1. Vietnam. Estructura de la economía

(% del PIB)

Fuente: Embajada de Vietnam en México, Sección Economía[6]

Es parte de la Asociación de países del sudeste asiático (ASEAN), de la OMC y del Foro de cooperación económica de Asia-Pacífico; mantiene un acuerdo de Cooperación y Comercio con la Unión Europea y hacia 1995 normalizó sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos.

Desde entonces emergió bajo cuidado del Partido Comunista de Vietnam (PCVN) y del Estado, un nuevo mosaico en la estructura económica del país: propiedad estatal, capitalismo de estado, propiedad colectiva y privada, “… en la cual el sector económico no estatal suma el 60% del PIB. Se les concesionó el uso de la tierra a diferentes sectores económicos, así como derechos para importar y exportar. Sin embargo, al sector económico de propiedad estatal se le ha dado una atención adecuada de modo que pueda jugar el rol principal.”[7]

Vietnam también padeció los estragos de la caída de la URSS y del socialismo europeo. Acosado por las principales potencias imperialistas tras la victoria del pueblo vietnamita y obligado a orientar su economía hacia el estrecho marco de las relaciones entre el campo socialista, tuvo que dar un viraje importante para no sucumbir. A diferencia de la posición geopolítica adversa que tiene Cuba frente al imperialismo norteamericano, Vietnam tuvo la posibilidad de integrarse a uno de los bloques regionales más dinámicos: el de la Cuenca del Pacífico, aunque haya tenido que dar ciertas concesiones al capital.

Por la información consultada, podemos percibir que existen formas de propiedad sobre los medios de producción que no son de carácter social, tales como la privada y la IED, como lo reconocen en sus materiales, aunque acotan que el 40% de la estructura económica estatal es el más dinámico. Esto constituye una clara fotografía de una economía en transición hacia la progresiva transformación de los medios de producción en propiedad social, sin quedar fuera de la órbita del desarrollo regional más dinámico de las fuerzas productivas.

Por lo que se puede ver en sus reportes, el socialismo vietnamita ha destinado grandes porciones del excedente producido hacia el mejoramiento sustancial de las condiciones de vida de la población, la capacitación productiva y la acumulación en el sector de medios de producción. De todo el bloque de ASEAN, la economía vietnamita es una de las más dinámicas en cuanto a su crecimiento, pero sobre todo en cuanto a su industrialización. Por su historia y la información que nos llega, no existe una capa burocrática y con privilegios alojada en los órganos de conducción de la economía y la sociedad. Desprendemos por el proceso económico que está llevando, que optimiza el uso de los excedentes y que hay una férrea conducción del Partido Comunista que goza de un amplio consenso entre las masas trabajadoras.

Faltaría una investigación más a detalle para conocer la forma específica en que los restantes fundamentos de la democracia socialista y de la progresiva expropiación de los capitalistas se está llevando a cabo en Vietnam, pero lo que es indudable, es que a pesar de las modalidades en la estructura económica vigente, la nación vietnamita se rige bajo las enseñanzas de Marx y Engels sobre la transición al comunismo.

b) Cuba

Por la cercanía geopolítica y los lazos históricos, culturales y políticos que nos hermanan, la información sobre Cuba es en todos los órdenes es mayor a la de cualquier país socialista. No hay duda, salvo contadas excepciones, de este su carácter. La polémica se centra más bien en torno a las formas específicas en que se ejerce la democracia socialista y la dictadura del proletariado. Pasemos, pues a esto, en forma muy sucinta, dado el objetivo de este material.

El dato más usual, aunque no más exacto, pero útil para nuestros fines, del PIB de la economía cubana, se puede ver en el Cuadro No. 2. A través de él podemos apreciar las grandes dificultades del período especial, así como la gradual recuperación en los últimos años.

Fuente: Elaborado con base en datos de: Silvia Martínez Puentes. Cuba, más allá de los sueños. Sección Cuba en imágenes y cifras. Ed. José Martí. La Habana, 2003.

Pero, asociando esta información con la del Cuadro No. 3, nos ayuda a entender la manera en que parte del excedente es destinado para beneficio de la población trabajadora cubana, a eso que Marx denominaba el fondo de reserva. Al respecto, no hay comparación con ningún país capitalista, por muy desarrollado que éste sea. Destinar entre el 30 y el 35% del producto interno bruto a los servicios públicos, a la ciencia y la tecnología, entre otros, es un hecho sin precedente. Incluso, cabe resaltar que el Estado socialista cubano destina parte de este fondo social para subsidiar las diferencias de precios, cuestión que sólo puede suceder en economías no regidas por la lógica del capital.

Fuente: Elaborado con base en datos de: Silvia Martínez Puentes. Cuba, más allá de los sueños. Sección Cuba en imágenes y cifras. Ed. José Martí. La Habana, 2003

Por otra parte, en esta nación existe una gran incorporación de los obreros y en general de todos los trabajadores a los órganos del Estado y a las demás instituciones sociales y económicas existentes. Ejemplo de ello es el grado de participación de la mujer cubana: constituyen el 33.5% del total de dirigentes, el 27.6% de las diputadas, el 66.4% de los técnicos y profesionistas, el 62.9% de la matrícula universitaria y el 62.6% de las graduadas en educación superior.

Sabemos, además, que una de las razones por las cuales el imperialismo yankee no ha invadido Cuba es por la existencia de los Comités de Defensa de la Revolución, que son los órganos a través de los cuales el proletariado y las capas desposeídas se mantienen armados. Y por lo que se refiere al carácter de los medios de producción, también es sabido que la gran mayoría de éstos se encuentran bajo la forma de propiedad social. La excepción es la IED en varias actividades, aunque casi la totalidad de ésta en sociedad y bajo la rectoría del Estado.

Finalmente, al socialismo cubano desde la izquierda se le ha criticado su actitud respecto a la democracia y los derechos humanos. Podemos afirmar respecto a estos últimos, que no hay nación capitalista que iguale a los cubanos en el respeto de los mismos. A veces nos dejamos seducir por la ofensiva imperialista que propaga a través de los medios, por la mentira y la calumnia. En esto todos tenemos mucho que aprender del socialismo cubano. Y respecto al ejercicio de la democracia socialista en este país, a nuestro juicio, criticar a Fidel de dictador o en el mejor de los casos, de que no debiera haber permanecido tanto tiempo al frente, es olvidar el abc del nuevo carácter de la democracia socialista, olvidar que Fidel es una de las grandes figuras revolucionarias y profundamente humanistas que ha producido la historia, olvidar que si permanece ahí, es por el amplio consenso y respaldo del pueblo cubano y del movimiento revolucionario mundial.

La democracia socialista cubana no es infalible. Descuidó el desarrollo de las fuerzas productivas cuando tenía el respaldo de la URSS; no mostró a los ojos del mundo con antelación la calaña de los títeres del imperialismo cuando los fusiló, para no dar pretexto a los deslindes de quienes conocen apenas superficialmente este proceso transformador. podemos y debemos señalar los lados flacos del socialismo, cualquiera que sea la forma en que éste se exprese. Pero lo que jamás debemos olvidar es que para criticar hay que hacerlo con fundamento, sin juicios a la ligera o con información superficial y segundo, que en estos tiempos de locura belicista que caracteriza a la actual política hegemonista del imperialismo norteamericano, la mira está puesta en su antítesis más próxima: justamente el socialismo cubano y que por ello no se debe tratar a aquél “con la suavidad de una flor.”

c) La República Popular China

La opinión que se viene haciendo mayoritaria en la izquierda mexicana, es que en la República Popular China (RPCh) está ocurriendo una regresión hacia el capitalismo. Sin embargo, la izquierda que más cerca ha estado de esta nación y que conoce más a detalle su proceso evolutivo no coincide con esta apreciación o al menos la pone en duda. Mucho menos los comunistas chinos comparten dicha opinión.

La RPCh tiene de común con los dos procesos socialistas anteriores, que incorpora a la vanguardia de los obreros, los desposeídos y las clases oprimidas en general a los órganos del Estado y de la conducción de la economía y la sociedad a través de las Asambleas Populares, a título de ejemplo. Incluso, a diferencia de aquéllos, coexisten con el Partido Comunista Chino 460 diputados de partidos democráticos y demócratas sin filiación partidista en la Asamblea Popular Nacional, que equivalen al 13.44% del total. (Ver Cuadro 4).

Cuadro 4. Composición de los diputados de la IX Asamblea Popular Nacional (1998-2003) de la Rep. Pop. China

Fuente: Embajada de la República Popular China en México. www.embajadachina.org,mx/esp/c4937.html ABC de China

Respecto al carácter de los medios de producción, el Cuadro 5 nos brinda una puntual información: existen tres tipos de economía: la estatal y otras, la colectiva y la individual, donde la primera es la más importante y la más dinámica en materia de inversión en activos fijos. La primera tiene un fuerte peso, pues representa el 71.4% del total de dicha inversión.

Cuadro 5. China. Inversión en activos fijos

(100 millones de yuanes)

Fuente: China. Hechos y cifras 2001 www.china.org.cn/xi-internet/jj/htm/p45.htm Generalidades de la Inversión en Activos Fijos

Sin embargo, cabe recordar que en la actualidad China es el mercado más grande del mundo; cuenta con una gran capacidad de asimilación e imitación de cualquier tipo de tecnologías de punta y desde hace años ha abierto las puertas a la inversión extranjera en prácticamente todas las ramas económicas, aunque bajo una fuerte regulación estatal, lo cual se refleja en la estructura del intercambio comercial. Para el año 2000, el volumen global de las exportaciones e importaciones fue de 474.3 miles de millones de dólares. “Entre las exportaciones, las de las empresas de propiedad estatal fueron de 116,500 millones de dólares, con un aumento del 18.2%; las de las empresas con inversión foránea fueron de 119,400 millones de dólares…”[8]

Esto revela una fuerte penetración del capital en la apropiación de los segmentos más dinámicos de la economía, aunque con fuertes regulaciones y asociados con el Estado en muchos casos. Por ello, autores como Sergio de la Peña concluían que “…la disyuntiva entre capitalismo y socialismo está en la vida cotidiana… se dice que las reformas económicas son para construir un socialismo redefinido según el mundo actual y las condiciones de China con una combinación de planificación y mercado. En los hechos, prevalece la eficiencia a costa de la igualdad. Lo cierto es que, sea el resultado un nuevo socialismo o un capitalismo salvaje, será diferente a cualquier otra experiencia en el mundo, y ciertamente lo afectará.”

De tener razón el autor, la formación económico-social china se encuentra en un proceso de transición y de definición; es bastante cuidadoso en no afirmar que ha involucionado hacia el capitalismo y por el contrario nos propone el análisis desde un ángulo distinto. Por ello, nuevamente se impone la necesidad de estudiar con mayor detalle las condiciones de la sociedad china.

Miguel Ángel Lara Sánchez

CULTURA, TRABAJO Y DEMOCRACIA, A.C.

11 de agosto de 2004

[1] Conferencia pronunciada en agosto de 2004 en el Coloquio sobre el socialismo, organizado por la Alianza Socialista en la Ciudad de México.

[2] Marx, Carlos. Carta a Joseph Weydemeyer, en: Obras Escogidas. Ed. Progreso, Moscú. 1976

[3] Marx, Carlos y Engels, Federico. Manifiesto del Partido Comunista, en Obras Escogidas. Ed. Progreso, Moscú, 1976

[4] Lenin, V. I. El Estado y la Revolución, en Obras Escogidas. Ed. Progreso, Moscú. 1978

[5] Marx, Carlos. Crítica al Programa de Gotha, en Obras Escogidas. Ed. Progreso, Moscú

[6] http://www.vietnamembassy-mexico.org [Consultado en junio de 2004].

[7] Embajada de Vietnam en México. Sobre Vietnam, sección Economía. http://www.vietnamembassy-mexico.org [Consultado en junio de 2004].

[8] República Popular China. China. Hechos y cifras 2001 www.china.org.cn/xi-internet/jj/htm/p45. [consultado en junio de 2004]